La guerra a gran escala de rusia contra Ucrania
La guerra a gran escala de rusia contra Ucrania
El 24 de febrero de 2022, rusia atacó a Ucrania por tierra y aire a lo largo de toda la frontera común. Para invadir la región de Kiev con la intención de capturar la capital, se utilizó el territorio de Bielorrusia. En el sur, el ejército ruso ocupó partes de las regiones de Zaporiyia y Jersón, mientras que en el norte ocuparon áreas de las regiones de Sumy y Cherníhiv.
La invasión a gran escala fue denominada por el presidente de la federación rusa, vladímir putin, como una "operación especial". Inicialmente, su objetivo era la "desmilitarización y desnazificación"; posteriormente, el "resguardo del Donbás". En septiembre y principios de octubre, rusia intentó anexar las regiones parcialmente ocupadas de Zaporiyia, Jersón, Donetsk y Lugansk. Ucrania y Occidente declararon que estas acciones eran ilegales. El 12 de octubre, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución condenando el intento de anexión de los territorios ocupados por Rusia.
Las autoridades rusas afirman que su ejército no ataca objetivos civiles. Sin embargo, la aviación, las fuerzas de misiles, la flota y la artillería rusa bombardean diariamente ciudades ucranianas, destruyendo viviendas e infraestructuras civiles en todo el territorio ucraniano.
A finales de octubre, Ucrania estimó las pérdidas de rusia en la guerra en más de 70,000 militares muertos. En septiembre, rusia afirmó que sus pérdidas eran menores a 6,000 muertos. En junio, el presidente Zelenski estimó la proporción de bajas entre Ucrania y rusia como de uno a cinco.
Sin lograr superar la resistencia de las Fuerzas Armadas de Ucrania, las unidades rusas sobrevivientes se retiraron a principios de abril de las regiones de Kiev, Cherníhiv y Sumy. En septiembre, el ejército ucraniano, en una ofensiva relámpago, liberó casi toda la parte ocupada de la región de Járkiv.
El 11 de noviembre, las Fuerzas de Defensa de Ucrania expulsaron a las tropas rusas de Jersón.
Tras la liberación de la región de Kiev de las fuerzas rusas, en las ciudades de Bucha, Irpín, Gostómel y aldeas de la región, se descubrieron pruebas de asesinatos masivos, torturas y violaciones de civiles, incluidos niños.
Las autoridades ucranianas declararon que rusia está cometiendo un genocidio. Los países occidentales participan en la verificación de los hechos de asesinatos masivos y en las investigaciones. rusia niega las acusaciones de crímenes de guerra.
Posteriormente, comenzaron a surgir evidencias de torturas y asesinatos de ciudadanos ucranianos en casi todos los asentamientos liberados de la ocupación rusa, incluidos Cherníhiv, Járkiv y Jersón.
Desde septiembre de 2022, los combates más intensos de la guerra ruso-ucraniana se llevan a cabo en el este y el sur de Ucrania.
El 6 de junio de 2023, se destruyó por completo la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, que había estado bajo control del ejército ruso desde principios de marzo de 2022 y había sido minada por los ocupantes en octubre. Esto provocó una gran inundación, pérdidas humanas, destrucción de tierras agrícolas y contaminación del río Dniéper y el Mar Negro. Ucrania calificó este acto como un ecocidio.
En general, desde el inicio de la guerra a gran escala el 24 de febrero de 2022 hasta finales de junio de 2024, la ONU ha verificado al menos 33,878 civiles afectados, incluidos 11,284 muertos.
Los expertos señalan que la cantidad real de pérdidas es mucho mayor. Solo durante el bloqueo y bombardeo de Mariúpol, según las autoridades ucranianas, podrían haber muerto más de 20,000 personas.